jueves, 18 de noviembre de 2010

Los Valores

¿Qué son los valores?



Los valores son una cualidad "sui generis" de un objeto. Los valores son agregados a las características físicas, tangibles del objeto; es decir, son atribuidos al objeto por un individuo o un grupo social, modificando -a partir de esa atribución- su comportamiento y actitudes hacia el objeto en cuestión. Se puede decir que la existencia de un valor es el resultado de la interpretación que hace el sujeto de la utilidad, deseo, importancia, interés, belleza del objeto. Es decir, la valía del objeto es en cierta medida, atribuida por el sujeto, en acuerdo a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una experiencia, la existencia de un ideal, e incluso de la noción de un orden natural que trasciende al sujeto.
Valores tales como: honestidad, lealtad, identidad, respeto, equidad, solidaridad, tolerancia, entre otros, son fundamentales para el convivir pacifico de la sociedad.
Árbol de los valores


Cuando hablamos de valores tenemos presente la utilidad, la bondad, la belleza, la justicia,l etc., así como los polos negativos correspondientes: inutilidad, fealdad, injusticia, etcétera.
Nos referimos en primer lugar al valor que atribuimos a las cosas u objetos, ya sean naturales o producidas por el hombre.
Con el fin de esclarecer su esencia, veamos cómo se da el valor en las cosas, distinguiendo en ellas dos modos de existencia que ejemplificaremos con un mineral como la plata. Podemos hablar de esta en su estado natural en los yacimientos correspondientes; es entonces un cuerpo inorgánico que tiene cierta estructura y composición, posee determinadas propiedades naturales que le son inherentes. Podemos hablar asimismo de la plata transformada por el trabajo humano, y  entonces ya no tenemos un mineral en su estado puro o natural, sino objetos de plata.Como material trabajado por el hombre, sirve en ese caso para producir brazaletes, anillos u otros objetos de adornos; para la fabricación de cubiertos, ceniceros, etc., o bien puede ser utilizada como moneda.


Nuestra sociedad, nuestras escuelas, sufren una crisis de valores que todos hemos de aprovechar, puesto que toda crisis implica maduración. Es el momento  para retomar, formar y adquirir mejores actitudes y valores.
Convertir al ser humano en esclavo de sus productos en una sociedad consumistas como la nuestra, es deshumanizarlo, dejando de lado su esencia fundamental que es la superioridad del "SER" sobre el "tener". Los bienes materiales han de estar al servicio del ser humano, nunca el ser humano al servicio de las cosas, que son escalas de ascenso en la realización de la misión humana.


Clasificación de los valores 


- Los que obedecen a ideas o formas mentales son:


Valor positivo: Se le da a la apreciación de las cosas, ya porque se desean, por valoración de belleza o utilidad.
Valor negativo: Lo contrario del anterior, no son apreciadas por ser inútiles o no bellas. Cada cultura establece parámetros para estas consideraciones que cambian según desee el estado o pueblo y según sus características. A esto se le llama Etnocentrismo, es decir, que cada cultura sobrevolara sus propias concepciones. Escala axilógica. 
Valor de persona: Se refiere  al ser humano en cuanto a sí mismo: inteligente para el conocimiento y poder de elección con libertad. Ejemplo: El amor, la honradez, la responsabilidad.
Valor de cosa: Se habla aquí de los bienes materiales como productos naturales y manufacturados por el hombre. Ejemplo: Una pintura, el dinero, vehículos...
Valor propio: Se trata del valor intrínseco o de sí mismo, que está presenten en algo o alguien. Ejemplo:  La responsabilidad de una persona en su trabajo, la lealtad del perro, la dulzura de la miel.
Valor derivado: Se llama valor extrínseco porque recibe valoración la persona, a causa de la calidad del servicio o utilidad que preste a las necesidades humanas. Ejemplo:  La herramienta para el escultor los libros para el estudiante.


- Los que se relacionan con la consideración de la realidad:


Valores sensibles o interiores: Están referidos al hombre como ser sensible. Son:


Valor de agrado: Son los que satisfacen o dan placer. Ejemplo: Las caricias, y el nivel más superior: Satisfacción de cumplir el deber.
Valor de vida: Se refiere al vitalismo o aspecto biológico. Ejemplo: La salud, el alimento.
Valor de utilidad: Es el relacionado con lo económico en cuanto bienes de consumo y satisfacción de necesidades. Ejemplo: La habitación.


Valores superiores: 
El ser humano es único que puede captar los valores superiores puesto que tocan directamente con su persona, en cuanto posee capacidad de elegir con libertad y conocimiento.
Valor Lógico: Por éste, el hombre se prepara para buscar la verdad en todos sus sentidos. Desea encontrar la verdad de su vida, de la ciencia, de la cultura y de la religión.
Valor Estético: Enfrenta al ser humano la belleza en todo el ámbito de manifestaciones y puede intuirlo de manera inmediata, sin ser universal. 
Valor ético: Se presenta al hombre como obligatorio en todo lugar y se refiere a la categoría de bueno y malo, que corresponde a ordenar el comportamiento del ser humano.
Valor religioso: Está orientado a la relación humana con el ser Trascendente o Divino que internamente el ser humano descubre.
Valor social: Es aquel que se refiere a las relaciones del hombre con sus semejantes, aplicando normas culturales de la época en que le corresponde vivir (respeto, solidaridad, convivencia...).
Valor cultural: Trata del desarrollo científico, artístico, literario y costumbres de un pueblo, que como dice la palabra misma, son cultivados como patrimonio de una comunidad por lo que adquiere identidad propia.
Valor humano: Como ser trascendente es prioritario para construir una imagen digna de sí, a la vez que se aceptan justamente los medios materiales para su realización .


Actividad 


Reflexiona y realiza un comentario a la siguiente poesía:


 Elemental

Déjame Dios,
llevarte de la mano
por todos los caminos
de mi patria,
quiero contigo
visitar tugurios
haciendo un paralelo
con ciertos templos
erguidos en tu honor.
¿Tu sabías, Señor,
que existen moles 
que parecen de cemento
y son pan petrificado?
¿Te había contado alguien
que en sus cimientos
quedó pisoteada
la dignidad de los obreros 
y apisonada
y enterrada?
¿Sabias que para levantar sus muros
emplearon toneladas 
de fatiga y de miserias?
En mi niñez me lo explicaron:
Hijo, esta semana
no podemos comprar leche
porque han de venir por nuestro aporte
para el techo de Dios.
Y yo te odiaba!
No había razón
para que siendo Dios.
Te aprovecharas.
¡No había razón!
No era humano
que te hicieras un techo
 con el pan de los niños 
que sentíamos hambre,
si Tú mismo no habías
venido a nuestro lecho,
en Navidad ni Reyes,
en los últimos años.
Mi madre, en su  pobreza,
creía complacerte
comprando en vez de pan,
escapulatorios.
Señor, y yo Te odiaba
porque aprendí de niño 
a rezarte novenas 
implorando juguetes
que jamás me llegaron.
Yo no podía olvidarme
del revólver dorado
que Te pedí anhelante
para matar mi angustia,
y le llego a otro niño
que nunca Te rezaba.
Hoy, la misma mentira
 se formula en tu nombre
y desnuda, por eso,
desde el fondo del alma
la verdad se me escapa.
Óyeme Dios:
no entremos a esos templos.
Veríamos seres elementales 
con el sentido de humildad
tergiversado,
postrarse reverentes
ante una efigie de cemento,
mientras en el mármol 
de pisos y paredes
se reflejan sus miserias.
Son seres señor, ¡señor!,
claros y buenos 
que no supieron jamás 
que para hablarte
la garganta está en el corazón,
no en el cemento.
Son seres buenos, Dios,
pero ignoran que no hay razón
para tenerte miedo.
¡Que mis hijos me oigan!
Y nunca habrá de haberla 
siendo como Eres:
El amigo,
El Dios bueno,
y entre buenos amigos
se practica el amor
 en vez del miedo.
¡Es mejor, amigo Dios,
que no entremos 
a esos templos!
Sigamos de la mano
visitando tugurios
sin hacer paralelos.

          Danilo Calamata

Bibliografia

- Arboleda Toro, Néstor. Ética de la formación y el ejercicio profesional. Editorial Filigrana, Bogotá D.C. 2003.
- Restrepo Pino, Augusto. Ética y Valores para la superación personal. Ediciones Paulinas, Bogotá, D.C. 2000.
- Sánchez Vázquez,  Adolfo. Ética. Editorial Grijalbo, México, D.F. 1969.



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